Diez Años de Derecho Informático
Permítanme ustedes señores, dirigirme a la comunidad entera de Informática-Jurídica.com no para tratar de un asunto doctrinal o especulativo como hasta ahora vengo haciendo con toda la humildad que la ocasión requiere, sino porque se me apetece esta vez poder hacer un breve balance de lo que han sido en estos diez años últimos el trabajo y la dedicación que pongo al estudio del Derecho de las Nuevas Tecnologías.
Estando en mitad de mis estudios de Derecho, empezaron a caer en mis manos, artículos y libros diversos de lo que ya empezaba a ser la novedosa rama del Derecho Informático; terminología ésta que comenzó a ser usada por los «fundadores» allá en los años 60 del pasado siglo, pero que ha sido rebautizada como Derecho de las TIC,s o de las Tecnologías de la Información. Pues bien, desde las primeras horas de lectura, iba dándome cuenta que toda persona en este mundo es creada para dedicarse a algo en concreto y en mi caso con apenas 21 años y con toda una vida por delante mi panorama profesional estaba totalmente definido y trazado; solo restaba ese pedacito de buena suerte que todo estudiante o profesional desea tener alguna vez.
Hay que decir que los primeros artículos y nociones que tuve en referencia a esta materia, fueron gracias a la revista a la que ahora me dirijo y que por aquel entonces era un portal de Internet porque no poseía ISSN como ahora sí tiene efectivamente y que ya es revista desde hace un tiempo. Esas primeras lecturas me permitieron ante todo poder trazar un mapa en el que se divisaban las subramas o especialidades diversas dentro del Derecho tecnológico, así como la conciencia de saber que no era solo una rama mas, sino que era una campo inabarcable e interminable, que el jurista que se dedicara a este campo tenía que saber que su estudio era perenne y que conllevaba un gran sacrificio, aunque he de decir que para aquellas personas en las que yo me encuentro, dicho sacrificio no es tal porque todo el tiempo que le dedicamos es poco y a su vez lo hacemos con total gozo y sin problemas alguno.
Posteriormente y con las ideas un poco mas claras, escribí al director de la Revista, D. José Cuervo para hacerle ver mi interés por esta rama y mi predisposición a colaborar particularmente enviando artículos cada cierto tiempo; artículos que en verdad lo que se refleja son opiniones mías en lo atinente a temas de actualidad como por ejemplo: las sentencias que los jueves vienen redactando en materia de protección de datos personales o de la propiedad intelectual y con 26 años publiqué mi primer artículo en la presente revista electrónica ,llamado Derecho de las TIC;s, ¿una verdadera especialidad jurídica?;creo que lo recuerdan ,¿no es cierto?.
Escribir es como todo ;tiene sus cosas malas y buenas ;malas ,porque en muchas ocasiones puede coger al escritor en un momento de escasa inspiración y la tarea puede resultar un tanto fatigosa y pesada, pero bueno, porque con dicha inspiración, nos permite adentrarnos en un mundo maravilloso y fantástico como el de compartir conocimientos en un determinado foro.
Bajo mi punto de vista y dada mi juventud, creo que no he podido dar todavía esa transmisión de conocimientos pero la vida es larga (por fortuna) y espero algún día poder hacer una aportación significativa en el mundo del Derecho de las Nuevas Tecnologías; que esta aportación puede suponer que mas jóvenes se enganchen a esta rama y que ellos algún día hagan lo mismo que ahora estoy viviendo; que todos nos unamos y hagamos de esta especialidad jurídica ,la mas estudiada, la mas prolija en lo que a publicaciones se refiere y la mas demandada; que si no es el sector jurídico que mas dinero de, eso es lo de menos, pero que podamos sentirnos uno solo con el Derecho; poder estar cara a cara con los dictámenes, con los pronunciamientos judiciales como antes he aludido y también con la nueva doctrina imperante: Pero un fomento del Derecho tecnológico tiene que venir desde el propio órgano universitario. Deben ser las mismas universidades las que apoyen y alienten al alumnado desde sus planes de estudio, a la dedicación en exclusiva (si se puede) de las interrelaciones Informática y Derecho antes que éste acabe presionando a aquel y digo esto porque en un futuro posiblemente a medio o a largo plazo, el derecho será completamente tecnológico; muchos contratos se harán por Internet, el comercio electrónico estará en su punto máximo, cada vez mas delitos tendrán la peculiaridad de ser telemáticos y si intentamos huir de esto, lo que podrá pasar al final es que tengamos que dedicarnos a esto sin ningún tipo de vocación y por fuerza, por eso qué mejor que acercarnos a este Derecho sin ningún tipo de miedo y con la seguridad de poder hacer un trabajo que dignifique la profesión de jurista y lo eleve a cotas altas.
El Derecho además de ser conceptuado como un conjunto normativo que regula a la sociedad, puede ser también considerado como el reflejo de la propia sociedad sobre la que recae, es decir, dependiendo del tipo de sociedad que tengamos, así recibiremos un Derecho u otro. Connotaciones filosóficas aparte (y que darían para escribir otro artículo),con lo que nos tenemos que quedar finalmente es que el Derecho de las Nuevas Tecnologías está hoy día mas presente que nunca, que no podemos darle de lado y que por supuesto son los propios operadores jurídicos los que tienen que hacer ver a la sociedad que esta nueva rama no es una mas, sino el conglomerado de todas las demás incluida la Filosofía del Derecho, que el Derecho del Ciberespacio se irá extendiendo (ya ha empezado a hacerlo) aun mas y que su estudio será una tarea ineludible a la vez que atractiva. Este nuevo Derecho está empezando a manifestarse en el universo jurídico. A tiempo estamos de alcanzarlo.
Por eso y para finalizar, quiero pensar desde mi butaca que todavía estamos en una fase propedeútica o introductoria en lo que al conocimiento se refiere y que podremos darle la dedicación académica y profesional que se merece.